Bajo el marco del Día Internacional de la Prevención del Suicidio y la promoción de la salud mental la Municipalidad de Grecia, realizó el pasado 10 de septiembre, un recuento de un proyecto concluido hace un año: la colocación de barreras anticaídas sobre el puente Rafael Iglesias, idea que fue posible gracias al impulso del Gobierno Local, el CONAVI y el MOPT, entre otras instituciones públicas, demostrando que la ingeniería puede trascender lo técnico y convertirse en una herramienta de cuidado social.

El ingeniero Alejandro Badilla, del Conavi, fue uno de los principales promotores de la iniciativa. Su visión no se limitó a la seguridad estructural, sino que entendió que una barrera podía representar la diferencia entre la desesperanza y una segunda oportunidad para quienes atraviesan momentos difíciles.

El alcalde Donald Quesada también subrayó el valor de la unión entre instituciones y agradeció el compromiso de los funcionarios municipales y públicos, que hicieron posible materializar un proyecto con impacto humano.

Más que una obra, lo que se levantó en ese puente es un recordatorio silencioso: la salud mental debe estar en el centro de la conversación pública. Y es que cada acción, por pequeña que parezca, puede ser una oportunidad para salvar vidas.

Grecia nos enseña que la infraestructura no solo conecta caminos, también puede tender puentes hacia la esperanza.

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