Por Luis Castrillo Marín.

La provincia de Guanacaste siempre ha sido una cantera prolífica de talentos futbolísticos que han prodigado incontables alegrías a una afición fiel como pocas de esas que siempre están al pie del cañón, aun cuando el equipo de sus amores atraviese momentos turbulentos.

En la geografía de los 11 cantones de la provincia, donde abundan las plazas de barrio y los equipos escolares, así como colegiales, ese tipo de escenarios se constituyen en fábricas populares donde se pulen las artes balompédicas en el buen manejo de la redonda la mayor parte de las veces sin más guía que el puro ADN personal del mozalbete.

Los anales históricos de las muchas líneas defensivas de las formaciones locales recuerdan a Uriel Peña Zúñiga, ensamblado en el purititico Lagunilla de Santa Cruz, como uno de aquellos representantes que marcaron una época dorada del balompié criollo.

Sacada del baúl de los recuerdos de un lejano 1988 la fotografía que acompaña estas breves líneas muestra al defensor Peña Zúñiga (izquierda) fajándose como los grandes en el estadio Chorotega de Nicoya donde le encomendaron la misión de tener a mecate corto al delantero brasileño Pedriño quien entonces militaba en Cartaginés.

Los primeros pasos de Peña Zúñiga en el trajinar de un campo de juego se produjeron en la selección del Liceo Nocturno de Santa Cruz (1977), de ahí pasó a la Segunda División para vestir la camiseta del Municipal Liberia durante cuatro campañas (1980-1983) donde su primer entrenador fue Santiago Celada.

Posteriormente, llegó a las tiendas de la Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG) entre 1984 y 1987 participando un año en la Categoría de Honor.

“En los sistemas de juego de hoy casi no hay laterales que corran la banda como antes; por eso, ya no vemos tantos goles de cabeza porque no se alimenta a los delanteros. Antes debías tener mucha condición física y fortaleza porque había mucho choque”, recuerda el santacruceño con algo de nostalgia.

Además, de Liberia y la ADG también formó parte del plantel de Pérez Zeledón en la división de ascenso. El momento de su retiro llegó en 1990 portando la casaca de Guanacasteca poniendo el punto final a una larga carrera donde estuvo bajo el mando de estrategas de fuste como Julio César El Pocho Cortés, Leroy Sherrier Lewis y Antonio Moyano Reina.

En la actualidad Peña Zúñiga todavía reside en Lagunilla disfrutando de su pensión como extrabajador del Banco Nacional de Costa Rica donde laboró 27 años en calidad de cajero en las oficinas de Santa Cruz y Playa Tamarindo.

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