El Tribunal Contencioso Administrativo le dio un revés histórico al alcalde de Alajuela Roberto Thompson Chacón, al declarar improcedente su intento de frenar el proyecto de la construcción del nuevo edificio municipal, despejando el camino para que la ciudad avance con una obra clave para el futuro del cantón.

La resolución emitida el 3 de septiembre de 2025 establece que el veto del alcalde es improcedente, ya que se trata de un acto de mero trámite, el cual no genera efectos jurídicos definitivos ni está sujeto a objeción según el artículo 169 del Código Municipal.

El intento de detener el avance del proyecto quedó sin efecto, lo que representa una victoria contundente para el Concejo Municipal y abre camino para que la ciudadanía alajuelense cuente con una infraestructura moderna y adecuada para brindar los servicios municipales.

La decisión marca un precedente jurídico importante, pues reafirma que los alcaldes no pueden vetar acuerdos que se limiten a requerimientos de trámite o seguimiento, garantizando así el respeto al proceso administrativo y al rol de los gobiernos locales.

Ana Patricia Guillén Campos, regidora del Cantón Central de Alajuela, expresó: “El Tribunal Contencioso Administrativo declaró sin lugar el veto del alcalde de Alajuela, lo declara improcedente el 3 de septiembre de 2025. Desde abril de 2009, los alajuelenses hemos pagado millones de colones en alquiler por un edificio viejo, deteriorado, que no cumple con las condiciones mínimas de salud ocupacional. Ahí, día tras día, trabajan decenas de personas en condiciones de hacinamiento, sin ventilación adecuada, sin accesibilidad, sin dignidad.”

Guiilén Campos acotó: “Lo más doloroso: desde el año 2023, tenemos reservados más de cinco mil millones de colones para construir el nuevo edificio. El dinero está. El proyecto está. La necesidad está. Pero la necedad del alcalde ha sido un obstáculo constante para que el Concejo Municipal pueda ejecutar los acuerdos que representan el verdadero interés de la ciudadanía. ¡Ya basta de frenos injustificados! ¡Ya basta de decisiones que castigan a la ciudadanía! Es hora de construir el futuro que Alajuela merece.”

Francisco Sánchez Gómez, presidente municipal indicó: “Aproximadamente hace tres meses, el Concejo Municipal solicitó a la Alcaldía Municipal que presentara un cronograma de trabajo con respecto a la nueva construcción del edificio, con plazos responsables y todo lo que representa tener un plan de acción para llegar al final de la meta. Lastimosamente, en ese momento, el señor alcalde vetó el acuerdo”.

Sánchez expresó: “En su momento manifesté que ese veto no era procedente porque era un acto mero de confirmación y estábamos solicitando información, ya que el acuerdo de construcción del edificio se había dado en el año 2023. Esta semana que recién pasó, el Tribunal Contencioso Administrativo ratifica lo que había indicado: que era un veto improcedente, que no procedía ni siquiera presentarlo sobre ese acuerdo, ya que era un acuerdo de mera confirmación, constatación y de solidez de un cronograma”.

El presidente municipal recalcó: “Una vez rechazado el veto, lo que nos queda es darle seguimiento y solicitarle a la Alcaldía que cumpla con los acuerdos.”

Finalmente, Sánchez dijo: “Esperamos que pronto los alajuelenses dejemos de gastar miles de dólares por mes en alquileres y tengamos nuestro propio edificio, que les permita a los ciudadanos contar con un lugar moderno, accesible y que haga de la ciudad lo que queremos: una ciudad activa y con movimiento.”

Este fallo judicial no sólo resuelve un pulso político entre el alcalde y el Concejo Municipal, sino que también envía un mensaje claro: la institucionalidad y los procedimientos democráticos deben respetarse, sobre todo cuando se trata de decisiones que impactan directamente en el desarrollo de una ciudad como Alajuela.

Actualmente, el Cantón Central de Alajuela destina más de 40 mil 800 dólares mensuales en alquiler del edificio donde hoy funcionan las oficinas de la Municipalidad de Alajuela.

Este gasto constante representa una fuerte carga económica para los alajuelenses, dinero que perfectamente podría invertirse en obras de infraestructura, proyectos deportivos, culturales o de interés cantonal.

Con el nuevo edificio municipal, no sólo se modernizarían los servicios, sino que también se liberarán recursos valiosos que pueden redirigirse a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

La construcción de este nuevo edificio municipal no es sólo una obra de infraestructura, sino una apuesta por el futuro de Alajuela. Su relevancia radica en que concentrará en un mismo espacio los servicios municipales, lo que permitirá mayor eficiencia administrativa, ahorro en alquileres, modernización tecnológica y un mejor servicio a la ciudadanía.

Además, simboliza un paso firme hacia el desarrollo urbano ordenado y la transparencia institucional, al ofrecer instalaciones dignas y accesibles para todos los alajuelenses.

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