Un grupo de vecinos del sector de Los Jobos en Playa Tamarindo de Santa Cruz lanzó un llamado para reducir el nivel del sonido proveniente de un Surf Camp que opera en esa comunidad costera donde todos los domingos se llevan a cabo fiestas de música electrónica.

Las mediciones realizadas por los mismos residentes en esa zona -completamente llena de casas de habitación- establecen que los niveles de ruido han llegado a los 69,5 decibeles, pero en algunas oportunidades bordea los 80 y 90 decibeles.

No obstante, las múltiples quejas -ante instancias como el Ministerio de Salud (MS)- para recuperar la paz y la tranquilidad las denuncias ciudadanas nunca han sido atendidas al día de hoy.

El pasado 18 de junio  el MS publicó en el diario oficial La Gaceta el Reglamento para el Control del Ruido Ambiental que fue anunciado como parte de la ruta de Salud Ambiental, enfocada en residuos sólidos.

Las mediciones sónicas realizadas por los vecinos de Los Jobos de Playa Tamarindo confirmaron los altos niveles de ruido que sobrepasan los niveles permitidos.

Según esa normativa “el reglamento tiene como objetivo establecer requisitos y criterios tendientes a proteger la salud de la población en el territorio nacional contra el ruido, con el fin de garantizar el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado”.

De acuerdo con ese reglamento en el caso de las zonas residenciales durante el día el máximo de decibeles permitidos es de 65 decibeles en el día y en horas de la noche 40 decibeles.

Evento a la vista

Entre los días 17, 18 y 19 de enero en el surf camp de Los Jobos se planea un evento de música electrónica que se autopromociona como “ubicado en el corazón de la selva, pero a pocos minutos de la playa” y como “experiencia inmersiva donde los ritmos de la música se mezclan con las frecuencias de la naturaleza”.

“Con un cartel cargado de DJ’s de todo el mundo, experimenta algunos de los mejores ritmos y música electrónica que este mundo tiene para ofrecer” señala página web oficial del encuentro.

La organización de este evento ha generado inquietud de parte de los vecinos de Los Jobos porque el lugar carece de la infraestructura necesaria para albergar a grandes multitudes y poque; además, los propietarios construyeron sus residencias en ese lugar buscando tranquilidad junto con un estilo de vida de contacto con la naturaleza.

En las últimas semanas los conciertos de música electrónica -como el programado en Los Jobos- programados en lazona costera del cantón de Santa Cruz fueron recibidos con oposición por parte de un sector de los vecinos de las localidades respectivas como sucedió con el Festival BPM 2025 que se iba llevar a cabo en Playa Avellana del 8 al 12 de enero; sin embargo, la presión de la comunidad obligó a sacarlo de ese lugar para trasladarlo a Playa Tamarindo.

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